Los textiles suavizan el aspecto del mobiliario y al mismo tiempo tienen la propiedad de otorgarle el carácter adecuado, logrando armonía con el resto de la decoración. Vestir las sillas es una parte indispensable de la ambientación. Su particularidad reside en la creativa disposición y caída de las telas, en el cuidado de sus pliegues y en la combinación adecuada de texturas y colores.
